Todos estamos de acuerdo en que las orquídeas son unas de las plantas que más se utilizan para la decoración.
Pero… ¿Cuáles son los cuidados básicos para mantenerlas sanas? Vamos a intentar resumir estos cuidados fundamentales, tanto para las que tienen flor como las que no.
- Ubicación: hay que encontrar “EL” lugar adecuado. Cerca de las ventanas sería ideal pero sin sol directo, se puede rebajar la luz con cortinas. Deben estar alejadas de las corrientes de aire (frío o caliente). Es importante un lugar ventilado, pero sin exposición directa a la corriente.
- Iluminación: necesitan mucha luz pero sin sol directo, no pueden estar en un lugar con poca o nada de luz. Es importante que la maceta donde estén sea transparente para que la raíz también reciba luz.
- Riego: un riego exacto es la clave. Tanto el exceso como la falta de agua pueden causar su muerte. Son plantas tropicales así que necesitan humedad ambiental que podemos aportar mediante un humidificador o brumizador (en clima seco) o simplemente teniendo un cuenco con agua cerca suya.
¿Cómo regar? Inmersión es lo ideal. Sumergiendo la maceta y evitando que se mojen las hojas, dejamos que se escurra el agua y después colocamos en su maceta.
¿Cuándo regar? Cuando el sustrato esté seco o cuando las raíces tengan un tono gris plateado. - Abonado: las raíces precisan de un chute de energía en épocas de desarrollo y necesitan un suplemento para poder crecer y florecer.
Disponemos de abono orquídeas especifico que ayudara a las plantas a desarrollar sus defensas naturales. - Plagas: es muy importante mantener a raya cualquier plaga o enfermedad, ya que sino la planta puede morir. Las plagas más comunes en orquídeas son la cochinilla, pulgón, araña roja, hormigas y caracoles (exterior).
Recuerda: una planta que esté sana, con un riego correcto y una buena nutrición tendrá una buena salud y resistencia natural.
Desde Aplimancha esperamos que estos consejos te hayan ayudado para poder disfrutar de una de las plantas más bonitas. ¿tienes alguna duda? Coméntanoslo