El césped es mucho más que simple hierba. No es sólo una suave moqueta verde que adorna tu jardín, también amortigua el ruido, regula la temperatura y purifica el aire. Un césped cuidado mejora el microclima y es una importante fuente de oxígeno. Sin embargo, a pocas especies vegetales se les exige tanto. Debe soportar constantemente nuestras pisadas, los juegos de los niños o la curiosidad de las mascotas y, al mismo tiempo, alegrar nuestra vista. Así que nosotros debemos cuidarlo lo mejor posible para que nos deje disfrutar de él, desde APLIMANCHA hemos hecho un resumen de qué debemos hacer para sacarle el máximo partido:

  1. PREPARACIÓN DEL TERRENO

Antes de sembrar, es conveniente dedicar tiempo a preparar el terreno. El terreno donde vamos a plantar debe ser de textura arenosa, drenante y con buena estructura.  Debe estar libre de piedras, elementos molestos, hierbas, raíces y demás, con lo que es recomendable hacer un laboreo (preparar el suelo para un buen desarrollo de la vida vegetal) para eliminar cualquier elemento no deseado. Después de realizar el laboreo del suelo, habría que pasar un rastrillo para que iguale el terreno y nivele cualquier desnivel que haya producido el paso anterior.

2. MOMENTO DE LA SIEMBRA

La siembra del césped se hace a voleo con ayuda de una sembradora, haciendo pases cruzados para no dejar ningún hueco sin semillas. Es muy importante aplicar la cantidad recomendada en la época del año adecuada y utilizar buenas semillas. Como consejo, es recomendable sembrar primero el marco exterior del terreno para no dejar partes sin sembrar. La semilla se debe enterrar de forma “exterior”, a unos 0,5 – 1cm de profundidad, con ayuda de un rastrillo de jardín de púas separadas o con un ligero recebado de arena o turba, asegurando un buen contacto de esta con el terreno. Es muy recomendable que justo después de la siembra, hay que pasar un rodillo para asentarla y que se adhiera bien al terreno.

3. RIEGO

Después de la siembra, se debe regar de forma suave y frecuente repitiendo el proceso de 4 a 6 veces al día. Este proceso ha de hacerse siendo muy constante para evitar que se seque la capa superficial hasta observar el nacimiento total del césped, evitando encharcamientos. Cuando el césped esté nacido se puede espaciar el tiempo entre riegos, pero aumentando la dosis por aplicación. Es recomendable regar por la mañana o por la noche cuando el sol no está en sus horas más fuertes.

4. ES MUY IMPORTANTE EL ABONADO

El césped suele abonarse cada año para devolver al suelo todos los nutrientes que se van perdiendo poco a poco por la siega, entre otros motivos. No todos los terrenos son iguales y por eso no todas sus necesidades lo son tampoco. El principal elemento es el nitrógeno, que debería ser aportado preferiblemente con abono en formato de liberación lenta para que le vaya aportando el nutriente que vaya necesitando en el proceso de su crecimiento activo.

5. SIEGA

Es recomendable hacer la primera siega después de haber sembrado, cuando el césped alcance una altura de 10-12cm. En los cortes posteriores, no es aconsejable eliminar más de 1/3 de altura de la planta, hablando de forma general, siempre va a depender de la variedad de césped que se haya plantado. Si la siega se hace de forma regular y continuada siguiendo las pautas correctas, el césped crecerá más denso.

A parte de estos pasos a seguir, hay otras acciones a tener en cuenta para que el césped esté totalmente sano.

  • Escarificado y aireado

El escarificado y aireado son cuidados que deben realizarse de forma anual, pero que por eso no son menos importantes. El escarificado consiste en cavar de forma vertical el terreno para poder romper el fieltro formado en la superficie. El fieltro superficial está formado por restos de raíces y hojas, tierra y demás elementos que se han ido acumulando, impidiendo así que elementos necesarios para la vida vegetal (como aire, agua o abonos) penetren en las raíces. La presencia de fieltro favorece la presencia de microorganismos como hongos. Es recomendable hacerlo en otoño o primavera. El aireado consiste en “pinchar” el terreno para poder oxigenar el suelo en profundidad. Al igual que el escarificado es recomendable hacerlo en otoño y primavera.

  • Resiembra

Primavera y finales de verano suelen ser las mejores épocas de resiembra. Antes de resembrar es aconsejable dejar el césped sin fertilizar ni regar durante unos días, hacer una siega baja y escarificar. A la hora de plantar semillas para cubrir suelo dañado o poco poblado, se pueden utilizar las mismas semillas que se utilizaron o bien utilizar césped repoblador. La resiembra se realiza siguiendo los mismos pasos que la siembra.

Para tener un césped bonito hay que cubrir todas sus necesidades porque si no será tiempo y dinero tirado a la basura. Esperamos que estos tips hayan sido de ayuda para mantener el césped mas bonito de todos tus vecinos. ¿Alguna duda? Estaremos encantados de responder

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